Huelgas. Trabajadores difunden abusos en la red; comparan el movimiento actual con 1989
ZHONGSHAN | THE NEW YORK TIMES
Los 1.700 trabajadores en huelga en una fábrica china de autopartes son en su mayoría migrantes pobres con un bajo nivel educativo. Pero sorprendentemente, la revuelta laboral se alimenta de mensajes de texto y carga de videos en internet.
Horas después de haber iniciado una huelga, comenzaron a publicar en Internet detalles sobre el paro, comunicándose no solo entre ellos, sino también con otros trabajadores intranquilos o huelguistas de otras partes de China.
Dispararon mensajes de texto en teléfonos celulares urgiendo a sus colegas a resistir la presión de los jefes de la fábrica. Se conectaron a un sitio de Internet controlado por el Estado - workercn.cn - que está emergiendo como centro digital del movimiento laboral chino. Y armados con computadoras portátiles, subieron videos que muestran a guardias de seguridad de Honda Lock moliendo a palos a los empleados.
"Grabamos la huelga con nuestros teléfonos celulares y decidimos colgar en Internet los videos para que la gente supiera lo injusto que nos estaban tratando", dice un empleado de 20 años de la planta Honda que solicitó anonimato debido a la amenaza de actos de venganza.
Los descontentos trabajadores de esta sureña ciudad china siguieron el ejemplo de grupos huelguistas de otras fábricas Honda familiarizados con Internet, quienes en mayo lanzaron foros y publicaron boletines informativos en la red sobre su propia batalla con la automotriz japonesa por el nivel salarial y las condiciones de trabajo.
Pero también se han aprovechado de una red de comunicaciones más amplia que permite que la clase trabajadora de China comparta agravios y estrategias. Algunos dirigentes huelguistas afirman que dedican la mayoría de su tiempo a escudriñar Internet en busca de material sobre las leyes laborales de China.
Blandiendo teléfonos celulares y teclados de computadoras, los miembros del emergente movimiento laboral de China hasta el momento parecen estar superando en astucia a los censores oficiales en un esfuerzo por cimentar un amplio respaldo para la que dicen es una guerra contra las corporaciones codiciosas y sus gobiernos locales aliados.
Todo esto no hubiera sido posible si el gobierno chino no hubiera lanzado un esfuerzo concertado durante la última década para achicar la división digital del país reduciendo el costo de la telefonía celular y el servicio de Internet, una campaña de modernización que ha dado a China la población de usuarios de Internet más grande del mundo (400 millones) y que ha permitido que incluso los más pobres de los pobres se conecten a la red y ventilen sus problemas laborales.
Internet y los aparatos digitales, afirman analistas, se han convertido en vehículos de cambio social casi de la misma forma en que las máquinas de escribir y los mimeógrafos fueron los medios preferidos durante las protestas pro democráticas de Pekín en 1989, antes que el gobierno sometiera violentamente el movimiento en la Plaza de Tienanmen en junio de 1989, dejando cientos de muertos.
EXPONEN. Se vislumbra la duda, de hecho, sobre si el gobierno reprimirá los levantamientos laborales actuales y, de ser así, cuándo lo hará, en caso de que éstos se hagan tan grandes que amenacen el orden social establecido. El gobierno ya ha empezado a arremeter contra sitios de Internet relacionados con la huelga y ha borrado muchas de las publicaciones.
Durante años, los activistas laborales han estado exponiendo las duras condiciones de trabajo en las plantas chinas logrando sacar imágenes y videos de teléfonos celulares de fábricas costeras y publicando en Internet documentos que muestran violaciones a la legislación laboral. Lo nuevo y notable es que estas actividades anteriormente secretas ahora son abiertas y penetrantes. El mes pasado, por ejemplo, luego que se informó de una serie de misteriosos suicidios en Foxconn Technology, una de las manufactureras de electrónicos más grandes del mundo, se subieron a Internet videos que supuestamente mostraban a guardias maltratando a los trabajadores.
Y varias personas que afirmaban ser trabajadores de FoxConn publicaron en Internet sus talones de paga mostrando que sus horas extras excedían el límite legal mensual. En Zhongshan, donde muchos de los trabajadores de Honda Lock regresaron a trabajar por lo menos temporalmente mientras las negociaciones salariales continuaban, los empleados siguieron un modelo básico establecido por los que se fueron a huelga el mes pasado en una fábrica de transmisiones de Honda en la ciudad de Foshan.
Los líderes huelguistas de Foshan se organizaron y comunicaron con más de 600 trabajadores abriendo, entre otras cosas, salas de conversación en Internet con QQ.
El gobierno chino permitió que los medios oficiales publicaran y transmitieran noticias sobre la primera huelga en Foshan. Pero cuando las noticias se hicieron virulentas, el gobierno emitió una orden para prohibir toda la cobertura. Los propios esfuerzos por comunicarse de los trabajadores, empero, nunca se abatieron.
Desafío al gobierno
La ola de movilizaciones es un reto para el Gobierno, que teme que deriven en inestabilidad social, la petición de sindicatos que puedan desafiar al partido, eleven el precio de la mano de obra y disminuyan la rentabilidad de las empresas. Esto podría llevar a los inversores a mirar a otros países. Las autoridades negaron que haya riesgo en la fábrica del mundo.
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