3 de junio de 2010

El Mundial como oportunidad educativa

El Mundial cambiará la rutina de los uruguayos

Diario "El País", MVD, UY.

Fanáticos del fútbol o no, el Mundial resulta una buena excusa para reunirse con amigos en un bar, salir antes del trabajo o festejar los goles con compañeros de clase. Nadie quiere perderse a Uruguay en la cancha, pero los horarios y las jornadas laborales no siempre son aliadas del fervor futbolero. Varios colegios e instituciones tratarán de flexibilizar horarios y acondicionar salones, para que alumnos y empleados disfruten en directo del acontecimiento. En general, si bien en Uruguay todavía no hay nada decidido acerca de flexibilizar horarios de trabajo en los días que juega la selección uruguaya, la mayoría de las escuelas y liceos tienen todo dispuesto para aprovecharlo.

Desde enero de este año, crece el número de consultas en la embajada de Sudáfrica en Uruguay. Una de sus funcionarias -que prefirió no identificarse- afirma que en los últimos meses los uruguayos han demostrado un gran interés por el país sede del mundial. Buscan información de Sudáfrica, sobre cómo se ha preparado para el acontecimiento, sobre las distintas localidades y costumbres, y a la vez, muchos colegios privados y públicos uruguayos solicitan material para enseñar a sus alumnos las características de ese país.

APRENDIENDO. 

El colegio St. George es uno de los que invitó al embajador de Sudáfrica, David Jacobs, para dar una charla sobre su país. Además, sus profesores piensan aprovechar el mundial para profundizar en el conocimiento de todos los países que participan en el campeonato. Para Jacobs, "la mejor manera de construir puentes entre los pueblos y los países es a través del deporte. Todo indica que esta Copa del Mundo está teniendo un gran impacto para que los uruguayos conozcan Sudáfrica". En el Colegio Santa María Hermanos Maristas, hasta el álbum de figuritas se integró al salón de clases. Los niños disponen de un tiempo para intercambiar sus figuritas, y a cambio las maestras se sirven de este interés para repasar lecciones sobre deporte, el mapa mundial o las matemáticas. "Hay que buscar la forma de conciliar, para que el tiempo pedagógico no se vea perdido. Traer esta instancia al aula rinde muchísimo", dice Maira Cardozo, asistente de dirección en Santa María.

En algunas instituciones los alumnos podrán salir antes de clase para ver determinados partidos. Otras veces, colocarán pantallas gigantes en gimnasios o salones, para sentir la adrenalina del fútbol junto a otras cientos de personas.

El viernes 11, el Liceo Francés estará de fiesta, dice su Director General M. Poli, quien espera pasar la tarde junto a 500 personas, entre alumnos, padres y profesores. A las 15.30 se disputará el segundo partido del mundial, en el que Francia se enfrentará a Uruguay. La sala principal del colegio estará decorada para la ocasión, y los niños podrán maquillarse con los colores de su selección. El embajador francés, Jean-Christophe Potton, recibirá a políticos, embajadores, deportistas y allegados con un brindis antes del comienzo del partido, para luego, junto a los alumnos, disfrutar de los dos equipos en la pantalla gigante. "Un encuentro deportivo es un buen momento para festejar entre nosotros, sin odio ni criticas", dice Poli, "para nosotros, Francia-Uruguay es un encuentro de todos los días, porque tenemos una visión bicultural de trabajo".

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