El escritor canadiense Scott Young en su libro “Ultra Learning” propone que los obstáculos en el aprendizaje no se derivan de la falta de tiempo, sino más bien de la falta de motivación. Con la inclinación y la motivación correcta, podríamos dedicar sólo unos minutos al día al estudio o a la práctica de alguna actividad que genuinamente mejorará nuestras vidas.
En el curso Aprendiendo a Aprender, encontraremos una entrevista con este escritor, Scott Young, “el Marco Polo del Aprendizaje”. Entre sus logros, destacan la culminación del programa en Ciencias de la Computación del MIT en 12 meses en lugar de 4 años, y también aprender 4 idiomas (Español, Portugués, Chino y Coreano) en sólo 1 año de inmersión total. Las últimas estrategias de Scott para llevar el proceso de aprendizaje al máximo, son resumidas en los siguientes 7 pasos:
- Aprende con propósito: Antes de abrir un libro, asistir a un seminario, o escuchar una clase, toma en cuenta los motivos por los cuales estás allí y lo que vas a obtener. La incertidumbre es enemiga de los resultados, así que asegúrate de trazar un plan con objetivos claros para decidir si vale la pena por ejemplo, continuar leyendo ese libro que comenzaste.
- Hazlo fascinante: El método más efectivo para aprender de manera permanente es estar interesado genuinamente en el material. Por el contrario, cuando piensas que algo es realmente aburrido, seguramente será más difícil de estudiar. ¿Cómo puedes hacer el proceso de estudiar más interesante? Hazte preguntas sobre las razones por las cuales estudias el tema, una y otra vez, hasta que descubras tu motivación intrínseca y propósito.
- Crea historias y analogías: El cerebro se relaciona al material nuevo más eficientemente a través de analogías, metáforas e historias. Estas herramientas son útiles porque conectan ideas desconocidas a elementos conocidos: es más fácil entender algo cuando lo has fragmentado en partes para su mejor comprensión.
- Empatiza con tus sentidos: La información es mejor asimilada si utilizas más de un sentido. Por ejemplo, puedes leer un libro sobre un tópico, y al mismo tiempo escuchar un discurso, ver una película sobre el mismo tema, o incluso dibujar y colorear. Incorporar el resto de tus sentidos al proceso de aprendizaje hará que la información sea retenida de forma más eficaz.
- Encuentra un discípulo: La mejor manera de aprender algo es enseñarlo. No necesariamente hablamos de dar clases en un salón con estudiantes, sino de utilizar las nuevas ideas en procesos de creación. De esta manera, el aprendizaje quedará reforzado en patrones mentales concretos. Puedes intentar crear un blog, o una cuenta de redes sociales para escribir tus propios pensamientos e ideas sobre lo que intentas aprender.
- La práctica hace al maestro: Limitándonos a leer, escuchar y estudiar de forma pasiva no lograremos asimilar conceptos o desarrollar destrezas en ninguna habilidad. La cantidad de práctica activa es la diferencia entre un experto y un principiante. Dicho de otro modo, no aprenderás a nadar si tan sólo estudias y lees sobre el agua, ¡tienes que lanzarte al mar!
- Mente sana en cuerpo sano: La claridad mental está estrechamente relacionada con la salud física. Por esta razón, mantener nuestra salud en forma óptima es un factor decisivo para aprender y retener el conocimiento de manera efectiva. Algunas recomendaciones clave: ejercítate una vez al día, aliméntate con una dieta saludable y bebe mucha agua.
Extraído de la newsletter “Aprendiendo a Aprender” por Orlando Trejo.
