Marcos Campal
Campal considera que a Uruguay le faltan condiciones para desarrollar las empresas de informática y señala las dificultades para el crecimiento de los proyectos de innovación, pero espera que en diez años puedan verse los resultados del Plan Ceibal.
-¿Cómo llegaste a trabajar en Google?
-Una reclutadora de Google me contactó a través de un amigo y mandé un currículum desde Uruguay. Estando en Alemania me contactaron de nuevo para entrevistarme. Con un poco de suerte conseguí el trabajo y nos vinimos a vivir a Dublín.
-¿Cuál es tu tarea?
-Trabajo como Ingeniero de Software en Google Search. Estoy en el equipo que se encarga de que el servicio esté disponible y funcionando correctamente a nivel global. Mientras la situación está bajo control, trabajamos en mejorar el servicio.
-¿Cuáles son los desafíos en el desarrollo del buscador?
-Aunque el buscador se asocia principalmente con la búsqueda de documentos sobre un determinado tema, también podemos usarlo para encontrar cuáles son los restaurantes más cercanos a nuestra casa o el precio de un artículo. Esto implica la asimilación de varios conceptos del mundo físico, como las distancias geográficas o las preferencias gastronómicas de la gente. Manejar esta información requiere desarrollar nuevas técnicas tanto para capturarla como para mostrarla. También se está poniendo mucho esfuerzo en mejorar el acceso a la información desde dispositivos móviles, como los celulares. Finalmente, mantener los resultados libres de páginas que no tienen la información buscada (spam) es una tarea para nada trivial. El spam se genera cuando los creadores de la página web "engañan" al buscador manipulando sus sitios.
-¿Cómo son las instalaciones de la empresa?
-La oficina de Dublín es bastante grande, trabajan unas 1.700 personas. Eso hace posible tener una muy buena infraestructura, cosa que no sucede necesariamente en oficinas más pequeñas. Hay dos comedores, gimnasio, sala de masajes, etcétera. En general, la gente trabaja en espacios sin divisiones, lo que fomenta el trabajo en equipo. Ha sido votada más de una vez como el mejor lugar para trabajar en Irlanda, y la verdad el mérito es merecido.
-¿Cómo es la rutina diaria?
-Mi impresión es que no hay demasiada rutina. Cada uno se organiza de la manera que más le guste, siempre y cuando le permita trabajar con su equipo. Los horarios son flexibles y no hay problema si de vez en cuando trabajás desde tu casa. Tu trabajo es evaluado por los resultados alcanzados y no por el cumplimiento de cierta cantidad de horas. Las reuniones y el ambiente son relajados e informales.
-¿Cuáles son los beneficios para los empleados?
-El beneficio más valorado es seguramente la comida. Los comedores son gratis y muy buenos en calidad y variedad. También hay acceso a "snacks" todo el tiempo, lo cual puede ser peligroso si no se contrarresta con el gimnasio. Existen "divertimentos" de todo tipo (futbolito, pool, consolas) y masajes. Se fomenta la realización de cursos de idiomas o de perfeccionamiento profesional. Los equipos tienen presupuesto para organizar sus actividades dentro y fuera de la empresa, que van desde ir a tomar unas cervezas a un pub hasta ir a correr una regata. Como la empresa tiene presencia global, es común ir a visitar otras oficinas. Otro beneficio indirecto es que se trabaja con gente de muchas nacionalidades. El resultado de todos estos beneficios es que el ambiente de trabajo es excelente, la gente realmente va con ganas a la oficina y son relativamente pocos los que optan por cambiar de trabajo.
-¿Qué potencialidades y debilidades tienen los uruguayos en el área informática?
-Empecemos por lo malo. He escuchado decir varias veces que Uruguay presenta condiciones privilegiadas para la producción y exportación de software; humildemente discrepo. Uruguay carece de una serie de condiciones necesarias para el desarrollo de las denominadas "start-ups". Son empresas que se crean rápidamente y tienen gran potencial de crecimiento, en general financiadas en base a capital de riesgo y que desarrollan productos innovadores. Aunque muchas fracasan, otras crecen rápido y mucho. Ejemplos de empresas que empezaron de este modo son Facebook, Flickr o Google, pero hay muchísimas empresas que sin llegar a esa escala se crean de ese modo y cumplen con creces sus objetivos. Sin perjuicio de que hay empresas exitosas creadas en Uruguay por uruguayos, he visto varios emprendimientos que no crecen más allá de unos pocos empleados y no llegan a la masa crítica necesaria para desarrollar sus ideas. Tienen que sobrevivir en base a pequeños proyectos que les permitan cerrar las cuentas a fin de mes. Esto limita la cantidad y calidad de los puestos de trabajo que crean, lo que desemboca en la incapacidad de retener a sus empleados, impidiendo la imprescindible acumulación de conocimiento. Las razones son varias. La más evidente es la dificultad para conseguir capital de riesgo, pero la falta de infraestructura adecuada y escasez de gente con experiencia dispuesta a arriesgarse también suman.
Del lado bueno está justamente el potencial de que, tomando las medidas adecuadas, se logre crear un ambiente apto para que la gente pueda concretar sus proyectos. Una acción muy relevante en este sentido es el plan Ceibal. Si se sigue implementando bien, creo que en unos diez años veremos los resultados.
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