Internet crece a pasos agigantados, y con él, las tecnologías que lo rodean. Probablemente, algunos no estén seguros de la definición de cloud computing, aunque ya hayan hecho uso de él.
El cloud computing consiste básicamente en ofrecer servicios de computación a través de Internet. Los grandes de la informática, como Google, Amazon o Microsoft, poseen servicios que hacen uso de esta tecnología, como puede ser en el caso de Google el Google App Engine, EC2 de Amazon o Azure de Microsoft. No es necesario que el usuario conozca la infraestructura que hay detrás ni que tenga conocimientos avanzados, ya que todo está en una nube y los servicios permiten grandes posibilidades de interacción con un margen de error bastante pequeño.
La pequeña desventaja que ofrece esta tecnología, es que nuestra información la pasan a gestionar terceras empresas, algo que no a todos les acaba de convencer por los problemas de privacidad que puede llevar consigo. En función de las necesidades del usuario, pueden ofrecerse diversos servicios tanto gratuitos como pagos, accesibles desde cualquier lugar del mundo con conexión a internet.
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