Diario "La Nación", Argentina.
Ni siquiera pueden imaginárselo. Para los niños de la era digital, Internet es parte de sus vidas. Socialmente, el chat y las redes de comunicación, como Facebook, son aliados casi irreemplazables, y lo mismo sucede si de tareas escolares se trata: la Web es la gran proveedora de información y algo más también.
Lo cierto es que en la era de Internet, más allá del rol que puedan cumplir los padres en la ayuda diaria de los trabajos que los alumnos deben realizar en los hogares, es fácil confundir la búsqueda de información en la Red con el famoso copy/paste, es decir, copiar y pegar.
De hecho, y también en Francia, la polémica en torno de las tareas escolares estalló hace algunos años cuando se conoció públicamente el lanzamiento de un sitio llamado www.faismesdevoirs.com (hazmisdeberes.com), en el que el estudiante tan sólo tenía que enviar el enunciado de la tarea encomendada por el profesor y, en el plazo máximo de dos o tres días, recibía el trabajo resuelto (todo por un precio que oscilaba entre los 5 y los 30 euros).
Aunque, hay que advertirlo, la mayoría de las veces no hace falta pagar nada. Sólo con un buen acceso a Internet es suficiente, tanto que el plagio de tareas simples hasta complejas monografías se ha extendido como una plaga en las aulas. Tanto es así que muchos profesores utilizan programas informáticos para detectarlo. "Una vez reconocí en un trabajo de un alumno extractos de una nota periodística que yo misma había hecho, y con copiar en Google algunas líneas comprobé lo que sospechaba. Había párrafos enteros plagiados en un trabajo que, se suponía, era una tesis final", contó Leticia Márquez, periodista y profesora de la carrera de Periodismo de una universidad porteña.
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