Internet, el mundo de los videojuegos, el cine, los DVD y el uso de los celulares junto con otras nuevas tecnologías, adquieren cada vez más espacio en el entretenimiento de niños y jóvenes. En estos últimos años, el desarrollo del mundo audiovisual y la propia demanda de los usuarios, han conducido a una progresiva ampliación y adaptación del trabajo de TAC (Teleespectadores Asociados de Cataluña), asociación sin ánimo de lucro. Trabaja por una televisión de calidad en defensa de los derechos de los usuarios, especialmente los más indefensos ante las pantallas: los niños.
TAC ayuda a las entidades educativas a maximizar el impacto positivo del buen uso de los medios audiovisuales en las familias y en los alumnos/as y minimizar el negativo. Ofrece a padres y profesores información crítica de los contenidos del mundo audiovisual y enseña a los niños/as a ser usuarios inteligentes. TAC trabaja unida a asociaciones de telespectadores de otras comunidades autónomas en una Federación que lleva por nombre Icmedia (Iniciativas para la Calidad de los Medios). Entre todas suman unos 80.000 asociados. Entre sus iniciativas se encuadra el proyecto de educación audiovisual "Aprender a mirar".
Los padres uruguayos también queremos una televisión de calidad, respetuosa con el espectador. Nos interesa especialmente todo lo relacionado con la programación infantil y el respeto del horario de protección al menor. ¿Hemos intentado unir fuerzas para ser puente entre nuestros hijos y los responsables de las televisiones y los productores de contenidos? Todo es cuestión de empezar. ¿Acaso no podemos transmitir como teleespectadores sugerencias, felicitaciones y opiniones del teleespectador a los directivos de las cadenas, responsables de contenidos y profesionales de los diversos programas?
Si nos lo proponemos, también podemos crear opinión en la sociedad a favor de la demanda de una TV de calidad, que respete los valores fundamentales sobre los que se construye una sociedad libre y solidaria. Podemos impulsar análisis y estudios de la programación televisiva nacional, así como del uso que hacen los ciudadanos de los medios audiovisuales con el objetivo de contribuir a la mejora de los contenidos y la calidad de los programas. ¿Y por qué no colaborar con las autoridades públicas en el cumplimiento de sus responsabilidades sobre los operadores tanto públicos como privados?
No se trata de copiar a ojos cerrados las iniciativas de TAC, en su Proyecto de educación audiovisual sino de no quejarnos sin cuestionarnos antes ¿qué más puedo hacer yo para enseñar a mis hijos el aprovechamiento fecundo de las nuevas tecnologías?
Creo que la pregunta es muy válida. Muchas veces esperamos de los demás lo que debiéramos hacer nosotros. Pero está en nosotros cambiar lo que no nos parece adecuado. Como dijera nuestro prócer Artigas, "Nada podemos esperar sino de nosotros mismos". Qué bueno sería que nos uniéramos, padres y docentes, para promover la televisión de calidad y reconocer el mérito a aquellos que la propulsan. Será cuestión de empezar...
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