Desde hace algunos años suena fuerte el término de «Big Data», pero
para el ciudadano de a pie todavía puede ser un concepto abstracto. El
Big Data, apuntaba Juan Luis Quincoces, jefe de División de Ingeniería
de Software y Desarrollo en GMV, «es la posibilidad de tratar con
velocidad una cantidad ingente de datos de origen muy variado, las
llamadas tres V: volumen, velocidad y variedad».
«Siempre se dijo que la información es poder y nunca hemos estado tan
cerca de analizar y usar tanta información como la que emana del
llamado Big Data», apuntó. No se trata de mirar un par de cientos de
datos, sino millones.
La tecnología actual permite identificar,
recolectar y obtener información útil de datos para diversos procesos de
la vida real. Pero uno de los mayores retos de este avance es que una
persona sin necesidad de conocimientos estadísticos o de informática vea
resultados palpables de ese análisis. Y poco a poco lo ha logrado.
Tanto que ha llegado a uno de los sectores más tradicionales, el fútbol.
De
cara al Mundial Brasil 2014, la Seleción Alemana de Fútbol se ha estado
entrenando con un software especial de SAP, empresa líder de
aplicaciones para negocios. El entrenador Joachim Löw y su equipo
técnico tienen una serie de «tablets» dónde reciben todo tipo de
información sobre el juego en tiempo real.
La información se
recoge fundamentalmente a través de dos vías: sensores que los jugadores
se colocan en pecho y piernas, y sistemas pasivos de cámaras de vídeo
ubicadas alrededor del campo que graban todo el partido. En las
competiciones oficiales de la FIFA, el organismo no permite el uso de
sensores, por lo menos no en la competición máxima, el Mundial de
Fútbol. En ese tipo de partidos el proceso se ciñe a las cámaras que
están ubicadas en diversos puntos. El software hace el cálculo en tiempo
real a través de la triangulación de la señal, explica Arturo
Gutiérrez, experto en soluciones SAP y Big Data.
Esto lo logran
con tecnología propia SAP HANA (incluye recolección de data,
almacenamiento en la nube y análisis veloz) y el entrenador puede ver
mientras sus jugadores están en el terreno de juego, datos como la
velocidad a la que corren en el campo, los metros que han recorrido o la
posición exacta de su línea de defensa.
Se estima que en solo 10
minutos de juego se generan cerca de siete millones de datos. En los 90
minutos de un partido se pueden generar, analizar y comparar más de 60
millones de cifras. Tal cantidad sería casi imposible de digerir por un
ser humano. Lo que hace el programa es adaptarla a un sistema de
visualización que sea entendible por el entrenador. En la tableta ve la
cantidad de pases realizados por un jugador, su efectividad (y mucho
más) e incluso puede saber los datos que se generan en el equipo rival.
Aseguran
que con este sistema los entrenadores pueden sacar mayor rendimiento a
sus jugadores ya que optimiza la forma en que los gestiona. También
sirve para analizar a posteriori el partido y compararlo con cientos de
juegos pasados.
En la pantalla no sólo se ven cifras, sino que
también se ofrece una imagen del campo en 3D, una perspectiva distinta a
la que se puede apreciar desde la cámara de la televisión o al ras del
suelo. Con este tipo de reproducción se puede controlar mejor los
movimientos y la ubicación de los deportistas. También está disponible
una aplicación para Google Glass, aunque Gutiérrez, de SAP, la
recomienda para los segundos entrenadores y no para el «titular».
La tecnología ya se aplica en otros deportes como el tenis, el automovilismo, Vela y la NBA. Esta última realizó un site junto con SAP para que los fanáticos disfruten de todas las estadísticas de los juegos y deportistas.
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