Ríos de tinta han corrido sobre los virus informáticos, y mucho se ha maldecido a esta industria por sus efectos nocivos. Obviamente, a nadie le gusta ver desaparecer sus más preciados archivos, o notar con creciente desesperación que la máquina ya no funciona como antes.
Hoy quiero comentar otro tipo de virus, una nueva cepa que viene creciendo en tamaño e importancia: los virus "benignos". Llamo así a aquellos virus que tienen un efecto positivo, que ayudan a mejorar un poco este mundo logrando nuevas acciones a partir de nuevas alianzas entre nosotros, los humanos. Es en ese sentido que creo que deberíamos agradecer la existencia y proliferación de estos virus, porque sus efectos, repito, son beneficiosos PARA TODOS.
Me explico.
Ayer concurrí a la Facultad de Ingeniería para apoyar la creación de un incipiente grupo de apoyo, constituído por alumnos y docentes de esa facultad, al proyecto CEIBAL. Me llamó gratamente la atención comprobar que había más de 90 alumnos, curiosos, interesados por saber más sobre el proyecto y sus efectos beneficiosos para la sociedad uruguaya.
Pero más que un feliz encuentro, quiero destacar el enfoque que le dio G. Randall, que debió ausentarse para participar de un homenaje a Mario Cassinoni. En pocas palabras, dijo:
"Gracias por venir. Es el mejor homenaje que le podrían haber brindado a Cassinoni. Sé que él estaría muy orgulloso..."
Y comparto su opinión. De ahi el título de este artículo. Este es un ejemplo de un virus benigno. Un virus perfectamente identificado, que comenzó a vivir ayer, 22 de Octubre de 2007, en la Facultad de Ingeniería de Montevideo, Uruguay. Y también sabemos quiénes lo crearon, y ojalá sean muchos que lo sigan alimentando para que sea, cada vez más, fuerte y fecundo. Y ojalá no exista, ni se cree, antivirus que lo amedrente o erradique. Porque es muy difícil erradicar las buenas ideas y las sinceras ganas de mejorar...
Pero más que un feliz encuentro, quiero destacar el enfoque que le dio G. Randall, que debió ausentarse para participar de un homenaje a Mario Cassinoni. En pocas palabras, dijo:
"Gracias por venir. Es el mejor homenaje que le podrían haber brindado a Cassinoni. Sé que él estaría muy orgulloso..."
Y comparto su opinión. De ahi el título de este artículo. Este es un ejemplo de un virus benigno. Un virus perfectamente identificado, que comenzó a vivir ayer, 22 de Octubre de 2007, en la Facultad de Ingeniería de Montevideo, Uruguay. Y también sabemos quiénes lo crearon, y ojalá sean muchos que lo sigan alimentando para que sea, cada vez más, fuerte y fecundo. Y ojalá no exista, ni se cree, antivirus que lo amedrente o erradique. Porque es muy difícil erradicar las buenas ideas y las sinceras ganas de mejorar...
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