10 de enero de 2021

¿Las pantallas están volviendo más tontos a los humanos?


Los niños y jóvenes de hasta 18 años nacieron y crecieron con internet, descubriendo un mundo nuevo lleno de posibilidades, de conocimiento y de entretenimiento. Y desde 2007, con la aparición de los teléfonos inteligentes y un par de año más tarde de las tablets y computadoras portátiles más livianas, se incrementó la dependencia hacia las pantallas.

Según el neurocientífico francés Michel Desmurget, que alerta en su libro "La fábrica de cretinos digitales", la sobreexposición a la tecnología con fines de entretenimiento lastra el desarrollo de las nuevas generaciones, al punto de que son hoy la primera generación con un coeficiente intelectual (CI) más bajo que el de sus padres.

En contra del postulado que las nuevas generaciones necesitan de más tecnología al punto que no pueden vivir sin ellas, Desmurget afirma que la mayoría del tiempo que pasan los chicos y jóvenes frente a cualquier pantalla, con preferencia a los smartphones, es recreativa y no educativa

"Los preadolescentes usan 13 veces más la tecnología para divertirse que para fines relacionados con la escuela. Los adolescentes, cerca de 8. El tiempo que los chicos y jóvenes pasan ante un dispositivo digital es abrumador. En los países occidentales los niños menores de 2 años pasan diariamente casi 3 horas delante de una pantalla, entre los 8 y los 12 años están casi 5 horas al día, de los 13 a los 18 años su consumo roza las 7 horas diarias. Un joven a los 18 años pasó frente a una pantalla el equivalente a 30 cursos escolares o 15 años de jornada laboral completa", precisó Desmurget en su libro.

El combo tecnología + falta de actividad física + sobrepeso constituye un serio problema. En eso probablemente fundamentó la Organización Mundial de la Salud (OMS) sus primeras recomendaciones sobre el uso de pantallas en la primera infancia, que difundió en abril de 2019 y que se basan en que los niños de menos de un año no deben ser expuestos a ningún tipo de dispositivo electrónico.

El neurocientíco desmiente que nuestros cerebros está cableados para la multitarea. “La multitarea no existe. El cerebro no está preparado para el procesamiento paralelo. La multitarea lleva más tiempo, genera errores y disminuye la memorización. En otras palabras, la multitarea mientras haces los deberes no solo es menos eficiente, sino que también perturba tu capacidad para memorizar lo aprendido. Además, aumenta la impulsividad y disminuye las habilidades de concentración".


(artículo completo) 



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