La evaluación docente suscita grandes discusiones en todo el mundo. En este artículo del diario "El País" de Madrid, se analizan algunos casos en EE.UU, Portugal, Ecuador, Dinamarca y España.
"En un contexto como el actual, donde ya existe un gran consenso acerca de la necesidad de evaluar los aprendizajes de los alumnos, es lógico que se acentúe el papel que la evaluación docente puede tener en la mejora de estos resultados gracias a la provisión de apoyo y recursos a medida de las necesidades detectadas por medio de evaluación. La cuestión es cómo hacerlo de forma consensuada con el colectivo docente, de manera que se ofrezcan incentivos apropiados. Pero hay que hacerse a la idea de que la presión evaluadora sobre los profesores aumentará, con la esperanza de que lleve a una mejora profesional que se traduzca en mejores aprendizajes de los alumnos", resume Francesc Pedró, del centro de investigación e innovación educativa de la OCDE.
Las preguntas peliagudas son cómo y qué se evalúa, y los problemas políticos vienen con las consecuencias: ¿repercutirán en el sueldo?, ¿podrán acabar incluso en despidos, como ha ocurrido en Washington?
Lo que parece que está ampliamente aceptado es que ya no sirven los sistemas en los que se avanza en la carrera profesional simplemente a base de deshojar el calendario, que, como mínimo, debe haber una vía alternativa con la que se progrese más rápido gracias a la calidad del trabajo, que premie al que hace más y mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar. Deje su comentario a continuación.