La adolescencia era una época en la uno se podía equivocar y los errores acababan en el olvido. Ahora, la vida de los adolescentes está expuesta al público continuamente, lo que crea una generación poco arriesgada que debe dar una imagen pública perfecta para evitar futuros problemas.
Desde su nacimiento, muchos jóvenes tienen sus imágenes en la red gracias a padres que no pidieron su consentimiento. Muchos son seguidos en su vida escolar por sistemas de vigilancia que dicen eliminar los datos de los alumnos después de 30 días, pero las escuelas y los distritos escolares tienen libertad para conservarlos durante mucho más tiempo. A menudo, estos datos también se comparten con las fuerzas del orden público cuando se identifican algunas posibles amenazas.
En un mundo así, los preadolescentes y adolescentes que cometan un error tienen mucho que perder.
"En un mundo donde el pasado persigue al presente, los jóvenes pueden calcificar sus identidades, perspectivas y posiciones políticas a una edad cada vez más temprana."
¿Podemos combatir este problema?
¿Cómo podríamos hacerlo?
¿Existen ya "generaciones perdidas"?
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