Me encantaba sentir aquellos mundos de fábula tecnológica, aprendiendo y soñando a la vez, imaginando futuros posibles e inciertos.
De a poco fui comprendiendo que la tecnología estaba para servirnos y que era una herramienta más para alcanzar nuestros fines, por más complejos y lejanos que parecieran. De a poco, me fui enamorando de ella.
Hace poco volví a encontrar la edición del 35 aniversario de Mecánica Popular (1974-1982) lo que me llenó de nostalgia y buenos recuerdos. Se la mostré a mis hijos como un trofeo, tratando de transmitirles el cariño y admiración que sentía por la revista. La leímos juntos, hojeando los artículos y comparándolos, 35 años después, con la realidad.
Repasamos la historia del automóvil, 35 años de aviación, de la era nuclear, de la fotografìa, imagen, audio y video, para terminar con la carrera espacial. Nos detuvimos especialmente en el artículo "De aquí a 35 años" donde se aventuraban a predecir muchos adelantos para el año 2017.
Nos llamaron la atención los siguientes aspectos:
- Fueron muy optimistas con la vida en el espacio. Aún nos faltan muchos años para alcanzar las colonias espaciales a las que hacen referencia
- Para el transporte personal imaginaron autos autónomos como los que empezamos a ver ahora, impulsados por energía solar, más livianos y económicos.
- Si bien lo previeron, subestimaron el desarrollo de los teléfonos inalámbricos y las aplicaciones que hoy les dan vida.
- Acertaron con la evolución y omnipresencia de los microprocesadores.
- No imaginaron la llegada y reinado de internet, pero previeron la conexión a una "computadora central" que nos permitiría hacer búsquedas documentales y encontrar al instante lo que precisábamos.
- Pronosticaron la desaparición de los lentes de aumento y los de contacto, reemplazados por operaciones quirúrgicas que los volverán obsoletos
- Auguraron la llegada de "máquinas de escribir accionadas por la voz", que hoy vemos baja la forma de servicios en la nube o aplicaciones para nuestros teléfonos celulares.
- La energía solar sería ampliamente usada, sustituyendo a la nuclear y vaticinando el fin del uso de los hidrocarburos.
- Los robots, que acertaron en su uso generalizado en la industria, no alcanzarían aún la simulación de capacidades cognitivas humanas, siendo empleados fundamentalmente para tareas rutinarias y más o menos sencillas.
Y finalmente, previeron una "educación electrónica" que "transferirá directamente a las células cerebrales del alumno el conjunto de información que deberá almacenar y utilizar en su actividad cotidiana y profesional".
La explicación no abunda en detalles, que mucho hubiera apreciado, dejándonos la duda de cómo hubiera operado tamaña maravilla.
35 años después, seguimos tratando de aprender prácticamente de la misma manera que aprendemos desde hace 2000 años.
Educar más y mejor sigue siendo un gran pendiente de nuestra evolución tecnológica.
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