Se suspendieron las clases, los clubes deportivos, los espectáculos públicos. También los cumpleaños, las reuniones con amigos, la visita a los abuelos en muchos casos. El mundo entero espera con incertidumbre la evolución de una pandemia que puso un pie en el freno y obligó a todos a poner el foco en lo más importante: la salud. Porque sin salud el resto no sirve para nada.
Y el estado de situación actual puede ser difícil de entender para los niños. Lo es para los adultos, entonces es normal que los más pequeños se sientan más miedosos que de costumbre. Además, hay muchísima información circulando con la misma viralidad que el Covid-19 y los más pequeños de la casa podrían estar expuestos a malentendidos y datos confusos.
Pamela Sicalo, psicóloga infantil, explicó que la manera de abordar la situación dependerá de la edad del niño. Para los más chicos, la explicación de la existencia y el impacto del coronavirus en la salud y la sociedad debería ser con ejemplos concretos y explicaciones sencillas, poco rebuscadas. Aquí un ejemplo de abordaje en palabras de la especialista:
"Hay un bichito que se llama coronavirus que viaja por el aire a través de las personas. Y a veces algunas personas a las que llega pueden enfermarse mucho y hay que tener cuidado. A la gran mayoría de nosotros el virus no nos enferma mucho, pero a los abuelitos sí. ¿Te acordás cuando estuviste resfriado con tos y mocos? Es muy parecido".
La psicóloga infantil Natalia Trenchi, explicó que no es saludable ignorar el miedo, porque está ahí y hay que hacerse cargo.
"Hay un mensaje social muy fuerte a no tener miedo. A los chiquilines les tenemos que enseñar que sí estamos con miedo porque es una situación desconocida, pero que observen que ese miedo no nos paraliza, tampoco hace que nos pongamos a llorar tirados en el piso. Todo lo contrario, tomamos medidas de protección frente a un supuesto peligro y lo hacemos con tranquilidad".
En el caso de los niños más grandes, Sicalo recomienda "dar información a demanda". Esto quiere decir que cuando el niño pida información, los padres deberían contestarle de forma concreta. "Cuando los hijos hacen preguntas sobre un tema en particular es porque están dispuestos a escuchar", señaló la especialista.
Por su parte, los adolescentes ya tienen sus propias vías de información y los padres no pueden hacer mucho más que contestar algunas inquietudes que los hijos puedan tener y contrastar información.