Nuevas modalidades de lectura, atención parcial continua, uso temprano de nuevas tecnologías, mayor tiempo de conexión...aspectos que interesan y preocupan cada vez más a padres y docentes.
Por El País de Madrid.
Algunos autores han alertado sobre los efectos que estos procesos tienen en la mente. Lo hizo Nicholas Carr con su obra "¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes?". Así resumió en un análisis a sí mismo: "Pierdo el sosiego y el hilo, empiezo a pensar qué otra cosa hacer. Me siento como si estuviese siempre arrastrando mi cerebro descentrado de vuelta al texto. La lectura profunda que solía venir naturalmente se ha convertido en un esfuerzo".
Manfred Spitzer, director de la Clínica Psiquiátrica Universitaria de España y autor del libro "Demencia Digit@l", le preocupa cómo afecta el aumento de la tecnología en el cerebro de los niños. Su opinión es que tener más acceso a estas pantallas no les viene bien: "La utilización de computadoras en edades muy tempranas en la guardería puede motivar trastornos de la atención, y a una edad posterior, todavía en edad preescolar, puede conducir a trastornos de la lectura".
Desde la Federación de Editores de España, sin embargo, no creen que los menores lean menos. "Frente al tópico generalizado, es el sector más lector", dice Antonio María Ávila, secretario de la federación, cuyo Anuario 2012 concluye que el 84,6% de los menores lee en su tiempo libre.
"Hay dos tipos de lectura, una práctica y otra más reposada. Lo que sucede al leer digitalmente, a través de una tableta o de la PC, es que uno siente más la necesidad de comentar lo que lee con todo el que pueda", apunta Ávila.
Para los expertos hay un nuevo fenómeno que afecta cada vez a más personas: la atención parcial continua. Es lo que sucede cuando las personas pasan mucho tiempo ante una pantalla. Allí "estamos pendientes de muchas cosas, pero sin llegar a solidificar nada", describe José Antonio Luengo, psicólogo educativo.
"Lo que sucede es que la lectura en pantalla es incompleta. El problema es que pasamos demasiado tiempo en ese tipo de lectura y dedicamos menos a la más sosegada", agrega.
Si bien para Luengo la cantidad de lectura es mayor, "en la lectura digital hay una cierta dispersión. Vas de una pantalla a otra, el texto te lleva a un video y luego a un mapa, y la concentración es menor".
La Fundación Sánchez Ruipérez han hecho varios estudios sobre el impacto de la lectura digital en menores y adultos. "Todos los datos que manejamos nos dicen que los niños leen más ahora que los de hace 10, 20 y 30 años, tanto en número de libros como en frecuencia", asegura Luis González, director de la organización.