Hoy, releyendo uno de sus trabajos, "La Educación Digital", me parece conveniente transcribir su conclusión, porque entiendo que puede ser útil para muchos "inmigrantes digitales" que quieren dejar de serlo...La claridad y pertinencia de los conceptos me parece sumamente provechosa para todos, principiantes y avanzados.
" Llegados a este punto intentaremos resumir los conceptos centrales de la educación digital y esbozar algunas conclusiones. Esperamos haber demostrado que la era digital no nos aguarda en un futuro lejano sino que ya vivimos en ella. Pero muchos ignoran este hecho elemental y persisten en viejos hábitos. Nosotros no nos adelantamos a los tiempos ni invocamos un futuro
utópico. Todo lo contrario, hemos tratado de concretar aquí y ahora lo que ya está disponible en las mentes y en las máquinas modernas. Hagamos un rápido repaso.
Desde el punto de vista práctico, especialmente a aquellos lectores que aún no se han iniciado en el mundo digital, les sugerimos comenzar cuanto antes, sin temor ni ansiedad, pero siguiendo algunas recomendaciones que provienen de nuestra experiencia con cientos de alumnos y docentes. Empezar con algún curso de procesador de textos (se pueden probar diferentes modelos de máquinas y plataformas, luego eligirá la que más le plazca). Exigir claridad y cursos personalizados sin jerga técnica.
Aprovechar doblemente la práctica computacional usando programas en inglés, el lenguaje universal de Internet, que será imprescindible para abrirse al mundo digital. Una vez dominado el procesador de textos podrá comprarse, entonces sí, una computadora. Pero convendrá asesorarse bien en esta compra ya que se trata de una inversión, no es un gasto. No conviene tampoco atarse a ningún equipo y sistema. Le recomendamos que cambie de máquina con cierta frecuencia y deje que su sentido común lo ayude a dar los próximos pasos. No hay una edad para ingresar en el mundo digital. Cada generación sabe más que la anterior; como dice Negroponte, cada generación es más digital que la precedente. La tecnología se simplifica continuamente. Pueden aprender en el mismo lugar niños de primaria con adolescentes y personas mayores, cada cual a su ritmo y en diferentes proyectos. La educación digital no discrimina, pero la escuela no podrá crear un hábito digital si el docente no ha logrado incorporar la informática y las telecomunicaciones en su vida diaria.
Desde el punto de vista teórico podemos asegurar que el conocimiento no se deforma al transmitirse de un punto a otro del planeta pues, en el mundo digital, todo se “transforma” para preservar la invariancia del mensaje original. Quien recibe es quien decide cómo procesar el mensaje, basta que llegue en forma de bits. Por eso la educación digital es un estilo de transmitir conocimientos que se ha liberado de la fragmentación de los medios de comunicación que nos obligaba a padecer las limitaciones propias de cada canal y nos sometía a la competencia, muchas veces salvaje, entre esos medios. En el mundo digital, por el contrario, hay un único medio, el digital.
Por consiguiente hemos recuperado la unicidad del mensaje educativo. Este hecho, absolutamente central, pero aún mal comprendido, nos obliga a replantear la centrifugación absurda de las disciplinas, a cuestionar las bases mismas de la educación actual. Durante siglos, en efecto, hemos levantado muros impenetrables entre los conocimientos, entre las artes y las ciencias, al mismo tiempo que hemos separado a las culturas, y a los pueblos, en compartimentos estancos. Sabemos que este parcelamiento artificial ha infligido graves heridas a la educación en la teoría y en la práctica.
Pero ahora han comenzado a derrumbarse estrepitosamente estos muros artificialmente construidos por la ignorancia y la soberbia gracias al tremendo impacto de las comunicaciones digitales. Asistimos, reconfortados, a una vuelta a Leibniz, precursor de la nueva era digital y enemigo de crear fronteras entre los conocimientos y entre los pueblos. Todo mensaje que se digitaliza se puede transmitir sin obstáculos a todo el planeta. Por las nuevas redes digitales podrá transitar la enorme riqueza cultural de un nueva sociedad sin fronteras. Y un mundo mejor educado será un mundo más justo y solidario."