La herramienta principal con la que los hispanosparlantes cuentan en Internet la proporciona la Real Academia Española (RAE), a través del
Diccionario de Lengua Española.
Existe la posibilidad de agregarlo como un elemento más entre los motores de búsqueda en Firefox, lo que resulta sumamente práctico y rápido.
La versión electrónica del
Diccionario Panhispánico de Dudas, también de la RAE, ofrece respuestas a las dudas lingüísticas más habituales que se presentan en el uso del español.
Uno de los recursos más novedosos en materia lingüística es la recién creada
Wikilengua, conocida por Vademécum. Con el mismo estilo que la Wikipedia, la Wikilengua funciona con las contribuciones de la comunidad. Correctores de estilo, lingüistas, periodistas y profesores son algunos de los más de 3.000 usuarios registrados ya en este portal para completar información, que puede ser consultada libre y gratuitamente sin necesidad de registrarse.
A modo de ejemplo, en la palabra "biquini" aparece la información: "Bikini con K designa a la isla del Pacífico, y escríbase biquini con q, cuando nos referimos al bañador". En la palabra "cash", aparece la siguiente definición: Voz inglesa que se traduce por dinero en efectivo.
El
Libro de estilo de El País también es otro de los referentes clásicos de consulta. Aunque su edición digital contiene muchas referencias dirigidas exclusivamente al uso periodístico del lenguaje, también contiene un diccionario donde se incluyen bastantes referencias a dudas que se pueden presentar en cualquier ocasión.
Para conocer algunos de los errores que se cometen más frecuentemente, no está de más visitar el
Museo de los Horrores del Centro Virtual Cervantes. Una consulta a los términos que se incluyen en este museo puede ayudar a resolver muchas de las dudas que se presentan habitualmente.
Un vistazo al
Diccionario de burradas de Xosé Castro Roig, conseguirá que el lector se muera de risa con los errores más corrientes (o se "destErnille de risa", usando la expresión correcta sugerida por el Museo de Horrores...)
(
artículo extraído del diario El País, Montevideo, Uruguay, 30/04/08)